En medio del caos del mundo durante la pandemia de COVID en 2020, nuestra aventura con la kombucha y el kéfir echó raíces. Encontradas en Costa Rica y en Ecuador con opciones limitadas, una chispa de inspiración nos llevó a adentrarnos en el mundo de las delicias fermentadas. Todo comenzó con un sorbo de kombucha, compartido con cariño por la madre de un amigo hace años, dejando una huella imborrable en nuestro paladar y curiosidad.